Hay un grupo de ideas falsas que se interrelacionan en el área del dinero y de la riqueza. Están en todas partes, son reforzadas continuamente en los medios, y son transmitidas como un virus de persona a persona.
Implantadas en la niñez, viven en el fondo de su mente como un subprograma de computación sin que Ud. lo sepa.
Cuando Ud. padece esta infección, es imposible que Ud. se haga rico! Vamos a explicar esto inmediatamente …
Si Ud. quiere un pedazo más grande de pastel, no hay por qué mentir, robar o engañar. Prepárese otro pastel!
Esta es la verdad. La mayoría de la gente cree que deben lograr la riqueza principalmente para su propio beneficio. Pero esta es una visión dema-siado estrecha. Dios quiere que Ud. sea rico porque un aumento en la riqueza de USTED casi siempre representa un aumento aún mayor de la riqueza de la sociedad.
Así es que por qué a tanta gente le gusta ver a los ricos pintados como infelices, superficiales y deshonestos? La razón es simple. Les da a ellos la excusa por su propia falta de iniciativa. Ellos pueden pregonar que la razón por la cual ellos no son ricos es porque no quieren rebajarse a serlo.
¿Ve Ud. ahora por qué esta creencia torcida acerca de la riqueza sabotea sus esfuerzos para conseguirla?
En realidad, las circunstancias de su vida permanecerán siempre acordes con sus creencias de quién es usted… de lo que es capaz de hacer… y de las recompensas que Ud. merece. Hasta que Ud. identifique las ideas falsas que sin darse cuenta ha llegado a aceptar acerca de qué tipo de persona debe llegar a ser para volverse rico, la riqueza le eludirá y no podrá alcanzarla.
Y eso es la forma que le gusta a su gobierno. Una persona rica y sofisticada que puede hacerse cargo de sus propias necesidades es exactamente el tipo de persona que su gobierno detesta. Es más fácil controlarle si usted
es una persona necesitada y dependiente.
La Iglesia tampoco quiere que Ud. tenga éxito. ¿Cuánta guía y apoyo necesita la gente feliz, libre de culpas y auto-suficiente? Es mucho más fácil manipularle para que contribuya más limosnas cuando reza implorando redención, perdón y un nuevo trabajo.
Y así las mentiras se perpetúan generación tras generación…
Su subconsciente es como una computadora. Su principal función es la integración de sus ideas. Su mente consciente es el programador.
Cuando niño, la mente consciente todavía no está lista para examinar en forma crítica las ideas a las que está expuesta. Se aceptan como verdades, y se permite que lo programen a uno. El destino de uno es entregado así al poder de las ideas que uno no sabe que ha aceptado.
Una de las más destructivas es la idea de que el dinero y la espiritualidad no se pueden mezclar. Con esta programación instalada, uno no puede evitar crearse ideas de pequeñez y falta de valor cuando se enfrenta al mundo.
De una u otra forma, su computadora le da una impresión cada hora del día, y si esa impresión está llena de conflictos y confusión acerca del valor del trabajo que uno está haciendo, cómo puede sentirse feliz, realizado y exitoso?
Piense en eso: si Ud. fue a la iglesia de niño y aprendió que Ud. había nacido lleno de pecado y que el único camino hacia la salvación es a través del sufrimiento… qué posibilidades hay de que crezca orgulloso de lo que hace para tratar de progresar en la vida?
Peor aún, Ud. vive su vida en base a las impresiones de su computadora que no puede leer. Ud. no sabe si la programación es cierta o falsa, correcta o incorrecta, si le lleva al éxito o a la destrucción, o si es que sirve a los propios propósitos de Ud. o de alguna fuerza extraña y desconocida.
El resultado inevitable es la duda de sí mismo, el temor y el sentido de culpa que socavan su entusiasmo… destruyen las facultades de su imaginación… desalientan su iniciativa… y alientan la dependencia. ¿Quién gana con esto?
Por supuesto que usted NO!
Este proceso es tan sutil que Ud. puede pasar toda su vida esclavizado a él y no darse cuenta de su presencia.
Instantáneamente –como por arte de magia-- Ud. notará la mano guiadora del Infinito que entra a su vida…
Lo que Ud. necesite le será dado. Su ojos se abrirán a maravillosas oportunidades que antes no podía ver. Por primera vez en su vida, le serán reveledas. Y cambios extraños de buena suerte que Ud. no podrá explicarse le empujarán hacia las riquezas con tanta facilidad y sin esfuerzo como el agua que fluye cuesta abajo.
Un simple cambio de enfoque le dará todo esto, y no volverá a sentirse culpable de abandonar su espiritualidad por adquirir riqueza. Ambas estarán en perfecta armonía en su vida. Ud. sabrá en el fondo de su corazón que Dios
quiere que Ud. sea rico!
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